El jardín de infantes hoy, resulta un espacio que provoca la apropiación del conocimiento, desde las propuestas de enseñanza lúdica y no lúdica que organiza la docente. Este es el punto fundamental que revitaliza hoy, el Nivel Inicial.
Es importante aclarar, que no por ello, el Jardín de Infantes, deja de lado sus ámbitos fundacionales que son la socialización, el juego y los hábitos, sino que adquieren una reasignación del sentido desde una concepción, en la que confluye la contención afectiva, con el planteo del tratamiento del contenido escolar, considerando las posibilidades cognitivo-afectivas-sociales y corporales de los niños.
Esta reasignación de sentido de los ámbitos clásicos, determina la expansión del Jardín de Infantes desde una mirada disciplinar-didáctica del aprendizaje, abriendo fronteras poco transitadas. Estar construyendo conciencias acerca de la legitimidad del conocimiento en el Nivel Inicial, significa que progresivamente se materializa la democratización del conocimiento, desde el lugar de la escuela, en particular desde la identidad de Nivel.
Todo lo expuesto, responde a un interrogante planteado a partir de la reforma educativa. ¿Cómo se materializa el derecho a la educación en tanto es uno de los derechos de la infancia?
El Nivel Inicial, entonces, materializa el inicio al derecho social, a la educación y al carácter público del conocimiento: es en el jardín donde el conocimiento, desde la acción de la docente, se convierte en un patrimonio colectivo, para que todos accedan a éste. El jardín brinda al niño, las herramientas que promueven la apropiación del conocimiento, que no las encuentra de manera sistemática y elaboradas adecuadamente en otros espacios. Es allí donde se amplía el horizonte de todos los sectores sociales y culturales; y favorece un tratamiento placentero de saberes con mayor grado de elaboración. Al mismo tiempo complementa su acción trabajando el esfuerzo, el compromiso y la asunción de determinadas responsabilidades por parte de los niños.
El Nivel Inicial tiene una identidad propia y define, por sí mismo, una importante etapa de escolarización, centrada en las características psicológicas por las que atraviesan los alumnos que la cursan. Las razones pedagógicas que justifican la educación temprana del niño en instituciones especializadas, se vinculan con los conocimientos alcanzados acerca de la importancia que tienen los primeros años de vida, considerados fundamentales porque signan con carácter indeleble el desarrollo de la personalidad del individuo. Está comprobado que una acción educativa sistemática, adaptada a las características y necesidades del niño, contribuye en gran medida al mejor desarrollo de su personalidad. En el Nivel Inicial las tareas se orientan para favorecer el desenvolvimiento de todas las apetencias y potencialidades propias de su edad.
Hola Yunirda! Rosa y yo consideramos muy importante este tema. Nos gusta mucho tu blog. Hasta luegoo!!!
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